El Náhuatl, Macehualcopa o Mexicano, es la lengua madre de nuestra población,
testimonio de ello son los nombres de los cerros, de los parajes de siembra y
habitación, al igual que los barrios originales de Atocpan. Si bien es cierto
que el Náhuatl ya no se habla de ordinario en la comunidad, habrá que aprender
a escuchar pues nuestros viejos aun lo hacen y sobre todo, se dan cuenta del
daño que su perdida significa.
Es importante por eso preguntarse el porqué de
esta perdida y reconocer que la adopción del castellano fue por la necesidad
de un pueblo por subsistir, y que fue renuente y a un precio muy alto.
Es sorprendente por eso constatar que el proceso de castellanización de Atocpan
es un fenómeno relativamente nuevo, principalmente si se consideran más de 5
siglos de aculturación de comunidades indígenas en el país.
El antropólogo Holandés Rudolf A. M. Van Zantwijk en su obra, “Los indígenas de Milpa Alta,
herederos de los Aztecas” 1957, registro que en esa década la mayor parte de los 12 pueblos
que integran la actual delegación de Milpa Alta hablaban en su totalidad este idioma y,
que entre estos, tan solo la tercer parte de los pobladores de Tecomitl hablaban el Español.
La adopción del castellano fue un fenómeno primero precipitado por el desinterés y desprecio
con que se caracterizaron muchos gobiernos del México independiente por las culturas originarias
de nuestro país por un lado, y por otro por las políticas centralistas y de industrialización por
parte de los gobiernos posrevolucionarios. Aquí es importante reconocer que el embate cultural
contra los pueblos originarios continua de manera sistemática en nuestro país.
En el 2011 Fernando Palma, inicia una investigación sobre la escritura logo-silábica, enfocada a la investigación de los nombres de parajes y lugares de importancia para la comunidad de San Pedro Atocpan, paralelamente se han generado acciones culturales comunitarias para visibilizar y reapropiarse de éste lenguaje, como un mural comunitario, medios digitales y gráficos para las publicaciones y gráficos de Calpulli Tecalco y otras organizaciones como Más por Nosotros y la empresa local Jarabes San Pedro. Puedes consultar y bajar este material en nuestra librería.
En Milpa Alta hasta 1970 aproximadamente se estima que un 70% de los habitantes hablaban el nahuatl, hoy de acuerdo a reportes del INEGI, en la región se habla menos del 2%. Milpa Alta es una zona en alto riesgo de perder la lengua náhuatl. Fomentar la lengua y otras prácticas culturales ancestrales como la agricultura del sistema de milpa, el manejo adecuado de los recursos naturales del bosque, la comida, son de vital importancia en la rehabilitación de la lengua y cultura nahua de la región, por eso a través de diversas actividades culturales Calpulli Tecalco busca contribuir a la rehabilitación de la cultura nahua.